Santo Toribio de Liébana, Año Jubilar 2017

Liébana celebra el período jubilar desde 1512, por conservar el trozo más grande de la Cruz de Cristo, el Lignum Crucis, un privilegio que comparte desde la Edad Media con Roma, Jerusalén y Santiago de Compostela. Más de 500 años de peregrinación a Santo Toribio de Liébana, que un año más nos sirve de excusa para visitar este rincón de Cantabria de maravillas artísticas y naturales.
Hay 7 Años Jubilares Perpetuos en el mundo, de los cuales cuatro se celebran de manera oficial, por orden de una Bula Papal, desde la Edad Media y son el Año Jacobeo de Santiago de Compostela, el Año Santo Lebaniego de Santo Toribio de Liébana, en Cantabria y los Años Jubilares de Roma y Jerusalén, los otros 3 se incorporan recientemente.
El Año Jubilar Lebaniego se celebra cada año que el 16 de Abril, Festividad de Santo Toribio, cae en Domingo.
El Camino Lebaniego parte de San Vicente de la Barquera, donde es de obligada visita la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles que es gótica y se construye al tiempo que la muralla y el castillo como reza el fuero de la villa. Dentro de la iglesia el sepulcro en alabastro del inquisidor Antonio del Corro obra maestra del s. XVI, una de las mejores piezas del arte funerario español renacentista. La panorámica de la que gozamos en este punto de la villa es espectacular, en días despejados nuestra mirada alcanza el Naranjo de Bulnes en los rotundos Picos de Europa.

Desde San Vicente, continuando hacia Serdio (a unos 8 km), dejamos atrás un paisaje azul y verde para que este último cobre intensidad a su paso por La Acebosa, Hortigal y Estrada con su torre medieval, de estilo gótico, del s.XIV, parte de un conjunto defensivo con foso, cerca, torre y capilla.
El Camino Lebaniego sigue una bella pista de montaña que conduce a Muñorrodero, donde se separan los peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela de los que van a Santo Toribio de Liébana.
La Senda Fluvial del Nansa, de 7 km, discurre sombría por un bosque de ribera de árboles variados y pasarelas de fábula en madera y cuenta con tres refugios de pescadores con chimenea, el Mirador del Poeta y está a pocos metros de la senda a un kilómetro de su fin. La senda finaliza en Camijanes.
Santa María de Lebeña que cuenta una de las Joyas del Arte prerrománico español. Un templo mozárabe del mismo nombre que la localidad, construido en el año 925 por cristianos huidos de territorio árabe, que implementan herramientas aprendidas al Sur de la Península, como el arco de herradura, etc.

Senda Fluvial del Nansa.

En Potes hay que ver la casa torre del s. XV. Perteneció a Orejón de la Lama y después al marqués de Santillana y Duque del Infantado, que preside el casco antiguo, declarado Conjunto Histórico-Artístico. Y es un buen comienzo para la visita de otros lugares de interés tales como los puentes, las casas blasonadas así como el empedrado romano en el casco antiguo, zona de vinos, tapas y numerosos restaurantes que ofrecen el plato típico cocido lebaniego.

Casco antiguo de Potes

Desde Potes partimos hacia el monasterio de Santo Toribio para por fin venerar el Lignun Crucis. El monasterio es del s. XIII y s. XVIII, de estilo gótico clásico y barroco. Alberga la puerta del perdón, del s.XV que el Vaticano abre cada año que el 16 de abril coincide con domingo, día del aniversario del monje Santo Toribio, personaje histórico y conocido por traer el Lignum Crucis a Liébana, reliquia que se considera el resto más grande de la cruz de Cristo. En Santo Toribio, final del Camino Lebaniego, hay un albergue para grupos de peregrinos. Y es punto de inicio hacia la ruta Vadiniense que lleva al Camino Francés hacia Santiago de Compostela.