Mujer, sola y en el ámbito rural, quien más «recorta» en energía

La Unión Democrática de Pensionistas, UDP, ha hecho público un informe sobre personas mayores y pobreza energética que concluye que el 6% de las los mayores dedican un tercio de sus ingresos al gasto energético en el hogar.

Las mujeres mayores que viven solas, y en el ámbito rural, son las que más gastan en energía en el hogar, ya que el 11,1% dedica hasta un tercio de sus ingresos a pagar la factura de luz y calefacción.

Los datos de este informe, junto a los aportados por el último Barómetro del CIS, que informa que en España hay 1.933.300 personas de 65 o más años que viven solas, y que de ellas, 1.367.400 (un 70,7%) eran mujeres, llaman la atención sobre la vulnerabilidad de parte de este colectivo.

Para el presidente Nacional de Unión Democrática de Pensionistas, UDP, Satur Álvarez Bacaicoa, «hay que tener en cuenta estos datos, ya que las administraciones deben actuar en casos de pobreza energética extrema, e implementar mecanismos que eviten el corte de suministro a las personas mayores más vulnerables, que efectivamente no puedan pagar los servicios básicos de luz y calefacción».

El informe de UDP indica que el 23,2% de los mayores ha tenido que ahorrar en iluminación en los últimos meses para poder pagar las facturas, y el 21,6%, en calefacción.

Considerando todos los servicios en su conjunto, el 61,1% de la población mayor española indica que ha tenido que reducir en alguna medida el uso de la calefacción, frigorífico, lavadora, iluminación, cocina, agua caliente o refrigeración para poder pagar la factura energética.

Las personas con menores niveles de renta son el grupo que más ha tenido que ahorrar en energía. Así, una de cada seis personas mayores con menor renta (59,2%) tienen que restringir el uso de la calefacción; y el 73,6% de quienes tienen menor capacidad de gasto han reducido la luz de sus hogares.

Tanto en el ahorro de luz, como en el de calefacción, las mujeres son las que se llevan la peor parte. Frente al 62,7% de las mujeres que se han visto obligadas a reducir de alguna forma su consumo energético, 10 puntos menos, el 53,6% de los hombres, se han visto en idéntica situación.

Por otra parte, el 1,1% de las personas mayores de 64 años afirman que en los últimos cinco años les han cortado la energía que necesitan y utilizan habitualmente o no han podido pagarla por no tener dinero para ello.