A partir del 1 de enero de 2016 lo que un ciudadano aporta a entidades benéficas desgrava más en su declaración de la renta.
La deducción pasa a un 75% en los primeros 150 euros y a un 30% para el resto de donativos. Por ejemplo, una persona que en 2014 donaba 180 euros al año, se desgravaba el 25% de su donación (es decir, 45 euros). Su esfuerzo final era de 135€. En 2016, realizando el mismo esfuerzo, podría aumentar su cuota anual a 289€, ya que se podrá desgravar 154€ (un 75% por los primeros 150€ y un 30% por el resto).
Además, si colabora con la misma entidad durante tres años consecutivos, todavía le devolverán más a final de año. De esta manera, se premia su compromiso.
Si en los últimos tres años se ha mantenido o aumentado el importe donado a una misma entidad, la deducción aumenta a un 35% para los donativos que excedan los primeros 150€.
En el caso de las personas jurídicas, la deducción fiscal es del 35%, pero si han donado a la misma entidad un importe igual o superior en los dos ejercicios anteriores, el porcentaje aumenta a 37,5%.
Con este cambio en la ley, podrá ayudar más sin que le cueste más. Esta mejora fiscal no aplica a El País Vasco ni a Navarra. El límite de la deducción sobre la base liquidable se mantiene en el 10%.