Las entidades de la Plataforma de Mayores y Pensionistas – PMP, entre las que nos encontramos la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España -UDP, reclamamos mejores políticas para la promoción de la vida activa y saludable de los más de diez millones de personas mayores y pensionistas en nuestro país.
España, el segundo país de la Unión Europea con mayor esperanza de vida
El nuevo informe publicado por Eurostat, indica que España se mantiene como segundo país de la Unión Europea con mayor esperanza de vida, solo detrás de Irlanda. Estos datos difundidos por la oficina de estadística europea incluyen 2020 como el último año con información disponible.
Según especifica el informe, España era el segundo país con más esperanza de vida (82,4 años), empatada con Chipre y Suecia, y únicamente por detrás de Irlanda (82,6 años).
Por regiones, Baleares se sitúa segunda en el ranking regional de la UE con mayor esperanza de vida, con 83,9 años, solo por debajo de Córcega (84 años), al tiempo que señala que hay otras regiones españolas que ocupan posiciones de privilegio, ocupando la quinta posición Galicia (83,7 años); la octava compartida entre Canarias, Navarra y País Vasco (83,4 años), junto con la región italiana de la Toscana, y la decimotercera, Cantabria (83,2 años).
Queremos colaborar con el Comisionado del Gobierno frente al Reto Demográfico
España está experimentando actualmente un profundo proceso de envejecimiento, debido al incremento de la esperanza de vida y al descenso de la natalidad, por lo que teniendo en cuenta que el rápido envejecimiento de la sociedad es una de las tendencias más significativas en el siglo XXI que tiene repercusiones ineludibles en todos los aspectos de la sociedad, para la PMP hay que dar un paso adelante y colocarlo en el centro de todas las agendas y hacer de ello un nuevo campo de desarrollo económico, de creación de empleo y de calidad de vida.
En este sentido, las entidades que conformamos la PMP nos ofrecemos para colaborar con el Comisionado del Gobierno frente al Reto Demográfico participando en sus reuniones de trabajo para abordar este reto.
El aumento del número y de la proporción de las personas mayores es ciertamente un logro histórico. Constituye una de las transformaciones sociales más importantes.
Por ello, el envejecimiento activo se ha convertido en uno de los objetivos positivos que las sociedades modernas desean conseguir.
Para la plataforma, estos tres pilares (salud, seguridad y participación) son determinantes e interdependientes para alcanzar una calidad de vida durante el envejecimiento.
Es importante destacar que las personas mayores somos una parte de la población que maneja el 40% del patrimonio del país adquirido a lo largo de su vida, convirtiéndose, por tanto, en un grupo de población económicamente diferenciado y proactivo, del que se benefician algunos sectores económicos, tales como salud y bienestar, seguridad, cultura, entretenimiento y ocio, domótica y nuevas tecnologías, formación, hostelería, o turismo, entre otros, al tiempo que la promoción de la vida activa y saludable tiene además un fundamento económico de ahorro de gasto público, ya que incrementar la tasa del índice de vida saludable supone ahorrar en sanidad, en las prestaciones farmacéuticas, en dependencia, en la lucha contra la soledad… además de que tiene un mayor impacto en las mujeres, que viven más años.
Así, desde la PMP abogamos para que se potencie el enfoque de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que define el envejecimiento activo como “un proceso de optimización de las oportunidades de salud, seguridad y participación, con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen”.
Para la plataforma, estos tres pilares (salud, seguridad y participación) son determinantes e interdependientes para alcanzar una calidad de vida durante el envejecimiento.
Para la PMP, se necesita una sociedad donde las personas mayores y las personas con discapacidad mayores vivan con más calidad de vida, donde participen activamente y contribuyan al dinamismo económico.
Por lo que, en este sentido, defiende potenciar factores que contribuyan a ello, tales como: los personales (el autocuidado, la autonomía, o la actividad física, mental y social, entre otros); un entorno físico y digital accesible para todos, garantizando la accesibilidad en instalaciones o en la oferta de turismo, ocio, formación, cultura y deporte; mejores diseños para viviendas accesibles, promoviendo envejecer en la propia vivienda u ofreciendo alternativas residenciales; ciudades y entornos rurales accesibles e integradores, así como fomentar una imagen real, activa, saludable y positiva de las personas mayores, evitando edadismos, paternalismos y otros estereotipos.
La accesibilidad es un derecho reconocido para interactuar con el entorno de manera normalizada y provechosa y, según explica la PMP, “aunque se ha avanzado mucho en las exigencias de accesibilidad desde la legislación, siguen quedando muchos eslabones por completar y cada día surgen nuevas barreras”.
Por ello, aboga firmemente por aplicar el Acta Europea de Accesibilidad aprobada en junio 2019 por la Comisión Europea, que establece que determinados productos y servicios que se producen y comercializan en el mercado europeo sean accesibles (ordenadores, teléfonos, cajeros automáticos y servicios bancarios, sitios web, etc.). Ante la creciente digitalización de gestiones y trámites de todo tipo, tanto en el sector público como en el privado, la PMP insta a garantizar la plena accesibilidad de todos estos procesos.
Además, cabe destacar que las personas mayores y pensionistas tienen a día de hoy tienen un nivel de autonomía y un nivel cultural mucho más elevado que los de hace 35 años. Así, la PMP apuesta por extender su participación a través de las organizaciones sin ánimo de lucro, el asociacionismo, los consejos de personas mayores, la presencia de personas mayores en las cámaras de representación y favoreciendo las iniciativas intergeneracionales de transmisión de experiencias, para lo que solicita que haya una dotación económica adecuada a estas organizaciones.
Y, en esta línea, solicita a las administraciones que estudien la viabilidad y la oportunidad de la elaboración de un Libro Blanco sobre el Envejecimiento en España.
Urge la creación de una Convención Internacional sobre los derechos de las personas mayores
Si bien la protección de los derechos humanos es el núcleo de los valores y tratados de la Unión Europea, nuestros derechos tienden a ser cuestionados a medida que envejecemos, lo que muestra una clara discrepancia entre los ideales y la práctica de la UE.
Esta discrepancia ha sido violentamente expuesta durante la pandemia, ya que los derechos de las personas mayores a la igualdad de trato, dignidad, cuidado, participación y autonomía se han puesto en juego como nunca antes. El estigma y la discriminación por edad han ido en aumento.
En este contexto, desde la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España, como miembros de la Mesa Estatal por los Derechos de las Personas Mayores en España, reivindicamos también la creación de una Convención de Naciones Unidas para los Derechos de las Personas Mayores y solicitamos al Gobierno de España a liderar esta petición, ya que España ha sido siempre un miembro activo de Naciones Unidas, comprometida con la reivindicación y aprobación de los principales tratados internacionales de Derechos Humanos.