La economía que viene es de plata

La economía que viene tendrá que adaptarse a los cambios que la demografía está imponiendo en la sociedad. Según los últimos datos del INE, la población española ha crecido un 2,9% en la última década, pasando de 45,2 millones de habitantes a 46,5. Pero el aumento de la población se centra en las edades más maduras: disminuye sobre todo la población entre los 15 y los 39 años y crecen los habitantes a partir de los 40, con subidas por encima del 20% en algunas cohortes a partir de los 65 años.

Las implicaciones que para la economía tienen estos datos han sido objeto de análisis en el Foro Internacional sobre Nueva Economía e Innovación Social que ha tenido lugar en Málaga del 19 al 22 del pasado mes de abril.

Peter Wintlev-Jenssen, responsable de Programas de la DG de Redes de Comunicaciones, Contenidos y Tecnología de la Comisión Europea anunció que “en mayo de 2017 la Comisión Europea publicará ‘The Silver Economy’, un documento con recomendaciones estratégicas transversales para todas sus áreas, enfocado a ser la base de la innovación, crear nuevos empleos y ser generadora de crecimiento económico. Recordemos que el 50% del gasto corriente de los gobiernos va destinado a este ámbito y se espera que crezca en los próximos años”.

Anticipó que “los sectores más prometedores son la salud y los cuidados, la vivienda, el turismo y el emprendimiento”. Y que “las recomendaciones más importantes son digitalizar los sectores de salud y cuidados, impulsar productos para una vida independiente y promover la vida saludable”.

Todo a partir de un concepto de Economía Plateada que la UE define como “el conjunto de oportunidades que comienzan a florecer a partir del gasto público y de los consumidores, y que está relacionada a la transición demográfica que significa el envejecimiento poblacional y las necesidades específicas del mercado de las personas mayores a 50 años”. Considerando que “representan tanto una fuente de conocimiento y trabajo como un importante sector de consumo, no solo de productos sino, fundamentalmente de servicios tradicionales – asistencia social, salud o transporte adaptado – y nuevos servicios adaptados a nuevas necesidades – ocio, voluntariado social o transferencia de conocimiento –”.

Vicente Rodríguez, profesor de Investigación, Director del Grupo de Investigación sobre Envejecimiento del CSIC, empezó subrayando que “en el mundo investigador, la Economía Plateada incluye también los bienes y servicios no cuantificados, algunos tan importantes como el mundo de los cuidados”. “Las políticas públicas españolas consideran también que es un factor de innovación, basadas en evidencias como que los mayores son un grupo heterogéneo demográfica y económicamente, en el que aumenta su autonomía y poder, su capacidad de compra, su acceso a servicios de salud y un alto potencial de movilización económica en sectores de gran consumo y en el mercado laboral. Las más relevantes se sitúan en los nuevos mercados (edificación y entornos para la vida independiente o el turismo señor), la protección social y los cuidados a largo plazo, la sostenibilidad del sistema de salud y cuidados, el talento senior, la ruralización o la investigación colaborativa, como el proyecto ENCAGE que lidera el CSIC junto a otras diez entidades. Y también hay un amplio abanico de actividades transversales para los mayores o de los mayores en ámbitos como las alianzas, el talento, la innovación o la tecnología”.

Desafíos y propuestas

Los planteamientos anteriores permitieron identificar cinco desafíos colaborativos y elaborar el enunciado de las principales propuestas de actuación por parte del público asistente.

El primero fue aumentar la concienciación de los retos y oportunidades que suponen las personas mayores, para el que las propuestas fueron:

  • Divulgar su importancia económica, incluyendo aportaciones no dinerarias como las que hacen al mundo de los cuidados.
  • Divulgar su importancia para la cohesión social a través de las actividades que realizan y recursos que dedican a su entorno familiar y comunitario.
  • Divulgar la importancia de su conocimiento y sabiduría para otras generaciones.

El segundo, activar el compromiso de los mayores. Para ello se propuso:

  • Educar sobre los ciclos de la vida.
  • Reeducar sobre lo valioso del envejecimiento.
  • Participar activamente en las políticas sociales y actuaciones empresariales.

El tercer desafío se enunció como “mejorar la percepción de lo que significa ser mayor”. Para ello se recomendó:

  • Luchar contra la idea de que los mayores son una carga
  • Aumentar la autoorganización de los mayores para ser mejor percibidos
  • Impulsar el papel de los profesionales mayores como formadores y como impulsores de iniciativas de futuro

El cuarto fue potenciar modelos de convivencia intergeneracional, para lo que se consideró importante:

  • Diagnosticar la situación actual de la convivencia entre generaciones
  • Sensibilizar, educar y comunicar sobre nuevos modelos de diálogo y convivencia intergeneracional
  • Divulgar buenas prácticas

Por último, el quinto desafío se concretó en impulsar nuevos roles de las personas mayores mediante las siguientes actuaciones:

  • Promover oportunidades de trabajo y voluntariado; aumentando la participación de las empresas en la comunidad y su relación con empleados jubilados
  • Reconocer e incentivar la aportación a la sociedad que suponen ambas opciones
  • Formar a los seniors en el trabajo en los últimos años de la vida laboral, incluyendo en emprendimiento

 

Fuente, empresaysociedad.org