¿Cuáles son los principales factores de riesgo para el desarrollo del cáncer de piel y cómo prevenirlos?

La Dra. María Fenor de la Maza López Olmedo (Oncóloga Médica de HM Hospitales) nos habla sobre los principales factores de riesgo para el desarrollo del cáncer de piel y cómo prevenirlos.

¿Se puede prevenir el cáncer de piel tipo melanoma? ¿Cuáles son los factores de riesgo? La Dra. María Fenor de la Maza López Olmedo (Oncóloga Médica de HM Hospitales) nos habla sobre cómo prevenir el cáncer de piel.

El cáncer de piel es la neoplasia más frecuente en el mundo. El carcinoma de células basales y el carcinoma de células espinosas son los más subtipos de cáncer de piel más frecuentes, representando dos terceras partes del total de los casos. Les sigue el melanoma maligno, que es el tumor cutáneo más letal.

A pesar de que estos tres tipos de cáncer de piel tienen orígenes biológicos, tratamientos y pronósticos diferentes, comparten un factor de riesgo común para su desarrollo: la radiación ultravioleta (UV).

Aunque los carcinomas basocelulares y espinocelulares generalmente tienen buen pronóstico y son curables con tratamientos poco agresivos como la cirugía y la radioterapia local, el melanoma maligno es una entidad agresiva con un pronóstico grave cuando es diagnosticado en etapas avanzadas.

La incidencia del melanoma en España se estima en torno a los 9,7 por cada 100.000 personas. A pesar de que este tumor es diagnosticado mayoritariamente en los adultos mayores de 50 años, recientemente se ha observado un incremento de su diagnóstico en adultos jóvenes con hábitos de vida poco saludables de exposición solar intensa en períodos cortos de tiempo.

¿Cuáles son los principales factores de riesgo para el desarrollo del cáncer de piel y cómo prevenirlos?

Prevención cáncer de piel infografía

 

Radiación ultravioleta

La sobre exposición a la radiación ultravioleta, ya sea natural procedente de la luz solar, como artificial en cabinas de bronceado, es el principal factor de riesgo evitable para la mayoría de los cánceres de piel. Estas radiaciones inducen daños en el ADN de las células de las diferentes capas de la piel, haciéndose más propensas al desarrollo de tumores.

Como dato relevante, se estima que en torno a un 80% los casos de cáncer de piel podrían reducirse con hábitos saludables de foto protección desde la infancia.

Por este motivo, en los últimos años Dermatólogos y Oncólogos han dedicado cada vez más esfuerzo en concienciar a la población del riesgo que suponen estas prácticas de vida socialmente aceptadas y promovidas para el desarrollo de estas enfermedades.

 Evitar la exposición solar en las horas centrales del día

Como norma general, se desaconseja una exposición mantenida entre las 11:00 de la mañana y las 17:00 de la tarde. Debe tenerse en cuenta que esta recomendación se aplica, no sólo a las visitas a playas o piscinas durante el verano, sino a toda actividad al aire libre que entrañe una exposición de riesgo. Excursiones a la montaña, sesiones de esquí, navegación en alta mar o actividad física al aire libre pueden suponer un riesgo equivalente.

 Medidas de protección solar adecuadas

Es imperativo el uso de cremas de protección solar con pantalla total al menos media hora antes de iniciar la exposición. Repetir su aplicación con frecuencia, especialmente tras el baño. No olvidar regiones específicas como labios u orejas.

Se recomienda el uso de gorros / sombreros, ropa y gafas de sol anti UV cuando se prevean exposiciones en las horas de riesgo.

Fuente: Adobe stoock Alexander Raths #54052024

Hábito constitucional

La piel blanca, en especial el cabello rubio o pelirrojo, ojos azules, la presencia de pecas y la incapacidad para broncearse son los factores constitucionales que más frecuentemente se relacionan con el desarrollo del cáncer de piel.

Por este motivo, las personas con estas características físicas deben extremar las precauciones con respecto a las exposiciones solares desde la infancia. En estos casos se aconseja el uso diario de cremas de foto protección alta en las regiones corporales expuestas.

Lunares comunes, nevus displásicos y congénitos

Los melanocitos son células normalmente alojadas en las capas más profundas de la piel. Los lunares comunes y nevus son agrupaciones de melanocitos que han migrado de esa capa profunda a la capa intermedia o superficial de la piel. Estas lesiones pueden estar presentes al nacimiento o desarrollarse con el tiempo.

En este tipo de lesiones es fundamental la vigilancia. Se aconseja valoración y seguimientos periódicos con la frecuencia que aconseje el Dermatólogo y el Oncólogo especializado en cáncer de piel según las características de cada lesión. Asimismo, se aconseja visitar de manera inmediata al Dermatólogo ante cualquier lesión conocida que presente un cambio en su tamaño o color, o que presente sangrado o picor. Es importante la vigilancia de lesiones en regiones como la espalda con ayuda de otra persona, preferiblemente siempre la misma.

Historia familiar

Se estima que en torno a un 15% de los pacientes diagnosticados de melanoma maligno tienen antecedentes familiares de la enfermedad. Por este motivo, en estos casos es especialmente relevante la valoración temprana por el Dermatólogo de toda lesión sospechosa.

Predisposición genética

En condiciones normales, las células de la piel cuentan con mecanismos capaces de reparar los daños que genera su exposición puntual a la radiación ultravioleta. En ciertas enfermedades de origen genético, estos mecanismos defensivos se encuentran alterados, y las personas afectas de estas alteraciones tienen especial predisposición a desarrollar tumores cutáneos tras exposiciones incluso esporádicas a la luz solar.

En estos casos, el consejo y seguimiento por equipos especializados es fundamental.

Agentes químicos

La exposición al arsénico se ha relacionado con el desarrollo de carcinomas basocelulares y espinocelulares. Asimismo, los hidrocarburos aromáticos policíclicos como el hollín, la hulla, el alquitrán o los aceites minerales se han vinculado al desarrollo de carcinomas espinocelulares.

Por este motivo, los profesionales expuestos a estas sustancias deben extremar precauciones tomar las medidas de protección adecuadas para evitar contactos de riesgo.

En conclusión, el cáncer de piel es una enfermedad potencialmente grave vinculada principalmente a una exposición solar no saludable. Sin embargo, el desarrollo de esta enfermedad se puede prevenir en la mayoría de los casos fomentando hábitos de exposición social prudentes y saludables, siguiendo las indicaciones de Dermatólogos y Oncólogos especializados en cáncer de piel.