«A tu lado». Helena Bianco y UDP reivindican el papel de las personas mayores en la sociedad
El valor de la edad y de la experiencia de las Personas Mayores, a través de la Música
El fenómeno de la longevidad
Desde hace unas décadas observamos un fenómeno nuevo en la humanidad: el envejecimiento global de los seres humanos. Es un fenómeno que afecta, con diferente intensidad, a toda la población mundial.
Son diferentes factores los que propician este hecho; entre ellos, el más importante es el avance que la ciencia médica ha experimentado y las consecuencias que el mismo ha supuesto en la vida de las personas.
En los países occidentales este hecho se observa con una mayor dimensión, debido a las mejores condiciones sociales y económicas de los países desarrollados frente a los países empobrecidos.
En España la esperanza de vida no ha dejado de crecer desde hace 100 años. La mejora en la esperanza de vida en los dos primeros tercios del siglo XX se debió en gran parte a la mejora de las condiciones de vida de los niños, pero a partir del último tercio del siglo está mucho más relacionada con la mejora de la asistencia sanitaria y su extensión a toda la población, beneficiando especialmente a las personas mayores de 65 años.
Actualmente, un 19,58% de la población de nuestro país tiene 65 o más años (Fte. INE, 01-02-2020); supone casi una quinta parte de la población española. Y este porcentaje va a seguir subiendo. Significa que las personas mayores tienen cuantitativamente una gran importancia en el conjunto de población.
La longevidad es una conquista humana sin precedentes, una buena noticia, y España es un claro referente, dado que somos el segundo país del mundo con una mayor esperanza de vida. Nuestra rica y diversa cultura, tradiciones, costumbres, clima, alimentación y valores a buen seguro ayudan a que nuestro país ocupe este merecido puesto en el ránking mundial.
El papel que la sociedad otorga a las personas mayores
Esta relevancia cuantitativa del colectivo de mayores, sin embargo, no se corresponde con otros aspectos cualitativos que necesariamente deberían ser más visibles en nuestra sociedad. La importancia del trabajo remunerado como factor de participación social que marca a las sociedades occidentales hace que, tras la jubilación, las personas sean relegadas a un segundo plano en casi todos los ámbitos de la vida.
Como ejemplo, basta señalar que hasta no hace mucho tiempo se hablaba de las “clases pasivas” para referirse a las personas que habían finalizado su periodo de trabajo y cotización laboral.
La longevidad o el cambio demográfico es un gran reto que tiene la Humanidad. Garantizar los derechos de todas las personas, y especialmente el derecho a la autonomía personal, es una tarea colectiva que pasa por la adecuación del entorno y, sobre todo, por un cambio de mentalidad social.
El rápido avance tecnológico que ha experimentado la sociedad en las últimas décadas ha supuesto también la “caducidad” prematura de no pocos modelos, herramientas, costumbres, modas y procesos. Sentimos como todo se convierte en “obsoleto” con mayor rapidez cada día. Este avance vertiginoso ha introducido y profundizado socialmente en nuestra visión de las cosas y las personas el valor a veces absoluto de “lo nuevo” y joven, en detrimento de lo duradero y experimentado.
La sociedad de consumo proyecta como negativo lo “antiguo” o “viejo”, y la asunción de esa visión conlleva, a veces inconscientemente, el menosprecio o discriminación también hacia las personas mayores o “viejas”. Esta discriminación por el solo hecho de ser mayor recibe el nombre de “edadismo”.
La imagen negativa de la vejez
Aunque muchas personas y entidades reclamamos desde hace años una imagen y tratamiento positivos hacia el colectivo de personas mayores, seguimos comprobando que su imagen sigue sujeta a estereotipos y mitos fuertemente enraizados, que es necesario desterrar:
El mito de la vejez que equipara a las personas mayores a los niños, fruto de la influencia de un modelo médico tradicional que compara vejez con enfermedad, y solo se centra en las características de las personas mayores como seres pasivos asociados a la niñez (necesidad de uso de pañales, de alimentos triturados, etc.).
El mito de que las personas mayores no tienen nada que aportar, “son una carga para la sociedad”; esto se debe a la visión del individuo en relación con el sistema productivo, donde la persona que deja de trabajar ya no vale, más aún si se cree que la sociedad no podrá solventar gastos ocasionados por sus pensiones y salud.
El mito de las personas mayores como seres “frágiles”, pues se asocia vejez con enfermedad y se confunde el envejecimiento con patologías como un proceso normal, derivado de un modelo de tratamiento meramente asistencial que no favorece su inclusión social.
El mito de las personas mayores como “un todo” o un colectivo homogéneo, fruto de una simplificación exagerada de la visión de la vejez, algo que no ocurre con otras etapas de la vida, a las que se les reconoce la lógica heterogeneidad y diversidad en función de numerosos factores y situaciones personales y colectivas.
Durante el reciente confinamiento fruto de la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia de la COVID-19 hemos podido comprobar el tratamiento mediático e informativo al referirse a las personas mayores. Este trato ha ido de la victimización a la estigmatización.
O bien se les ha tratado con la “condescendencia” y el paternalismo de ser reconocidas como mero colectivo vulnerable, o han sido de alguna forma señaladas como colectivo portador de la enfermedad. En ambos casos, una imagen inaceptable y muy lesiva socialmente.
Devolver el valor a la edad y la experiencia
Frente a esta realidad, sentimos que es necesario reivindicar el valor de la edad y de la experiencia vivida si queremos que nuestra sociedad sea “amable” para todas las edades.
Se trata, pues, de valorar el aporte pasado y presente de las personas mayores, reclamar la necesidad de reconocer socialmente su valor y otorgarles el derecho a participar en todos los ámbitos de la vida con autonomía y dignidad.
Todas las personas guardamos en nuestro interior el importante papel que nuestros abuelos y padres han tenido en nuestra infancia, juventud y, en general, en nuestro crecimiento como personas.
Su entrega, abnegación y en ocasiones sacrificio hacia sus familias han posibilitado en muchas ocasiones el desarrollo y progreso de nuestra sociedad.
No tienen que demostrar nada; ya lo han hecho muchas veces. No tendrían que reclamar el reconocimiento social a su aporte individual y colectivo como generación pasada y presente.
La propia sociedad en su conjunto es quien debería velar por el respeto y valor de sus vidas y otorgarles el espacio referente que en ella tienen que ocupar.
Objetivos de A TU LADO
- Difundir el fenómeno de la longevidad vital como una conquista humana positiva.
- Contemplar la vejez como una etapa más de la vida, si bien con características específicas, también llena de oportunidades.
- Sensibilizar a la sociedad sobre la importancia del aporte de las personas mayores en la construcción y el progreso social.
- Reivindicar el espacio que las personas mayores deben ocupar en la sociedad, como ciudadanía de pleno derecho y demandante de participación en todos los ámbitos: cultural, económico y social.
- Luchar contra la discriminación y la imagen social negativa de la edad, proclamando el valor de la edad con una imagen positiva y no estereotipada.
¿Cómo queremos alcanzarlos?
¿Y si lo comunicamos con música? ¿Qué mejor manera de trasladar esta inquietud, esta meta a la sociedad que hacerlo a través de la música? La música une, anima, sana y es capaz de despertar en las personas lo mejor de nosotras mismas.
En torno a una canción
Queremos promocionar este proyecto de sensibilización social en torno a la canción “A tu lado” para que el mayor número de personas mayores y de todas las edades se identifiquen con su música y mensaje, haciendo de ella algo parecido a un “himno” o referencia del valor positivo de las personas de edad.
Estamos convencidos de que esta canción va a ser un gran éxito, por el mensaje que transmite su letra y por la persona que pone su voz. Tenemos la inmensa dicha de que haya asumido este reto ilusionante la artista Helena Bianco, quien por su larga trayectoria profesional, carisma, energía, voz y puesta en escena, es la profesional de la música que encarna lo que el proyecto pretende transmitir. Helena Bianco ha sido la reciente ganadora del programa de Antena 3 “La voz senior”, conocida por ser la cantante solista del grupo musical de pop LOS MISMOS, así como por sus numerosas interpretaciones y composiciones a lo largo de su carrera.
Tomando como vehículo de difusión la canción “A tu lado” se ha diseñado una campaña de sensibilización con mensajes positivos sobre las personas mayores, sus inquietudes, expectativas, actividades, participación social (iniciativas solidarias, voluntariado, etc.), sueños, aficiones, aportes culturales, científicos, artísticos.
Todo ello para trasladar a la sociedad la importancia de valorar a este colectivo y posicionarse contra cualquier forma de discriminación por motivos de edad.
“A tu lado” es un proyecto social promovido por UDP, con la colaboración del Diario online 65ymás y el Ayuntamiento de Valladolid.
Más información
- Imagen y logotipo: PICTOCACTUS
- Realización, dirección y edición del videoclip: Alberto Ferreras
- Imagen: José Ramón Ladra, Francisco José Muñoz, Alberto Ferreras www.teisimagen.com / www.dronairevuelos.es / www.albertoferreras.net
Pareja de baile:
- Ángela Muñoz Martínez
- Jesús Torres Jiménez ‘Pispo‘
Escuela: Escuela Tropicana – Interdance (Moraleja de Enmedio).
Coreografía: María José Aguilar
Bailarinas:
- Nerea Sánchez Montavez
- Blanca Álvarez
- Ana Fernández
- Silvia García
Producción musical de “A Tu lado”:
- Helena Bianco, vocalista.
- Josué Santos: Piano, Saxo,Programaciones.
- Luis Dulzaides: Percusiones. -Arián Suárez: Bajo.
- Dayan Abad: Guitarras, Guitalele, Tres Cubano.
- Manuel Machado: Trompetas.
- Antonio Pallarés: Trombón.
- Toni Menguiano: Coros.
- Eduardo Ruíz Joya: Mezclas, Masterización.
- Arreglos Musicales: Josué Santos, Toni Menguiano.
- Producción Musical: Toni Menguiano.
- Juan Bautista González Martínez, compositor musical.
Estudios De Grabación: El Guisante Records, Kataostudio, Son&Do, Ancaduardo