Asociaciones que organizan viajes para miles de riojanos

En la era de los viajes transoceánicos, del turismo rural, de los traslados en coche compartido para ahorrar en transporte y del alojamiento en casas de desconocidos, de las vacaciones más clásicas de varios días en la playa, etc., hay otra manera de salir de la rutina, disfrutar del mar y relacionarse: las excursiones de día a la playa, con destino al Cantábrico. Este formato, que a priori podría sonar descatalogado, sigue en funcionamiento y, no en vano, mueve cada año a miles de personas.

Así, por un lado está la versión de ‘escapada’ esporádica, una vez al año o quizás alguna más, frecuente en casi todas las localidades riojanas y que se organiza a través de sus asociaciones. Pero también está la posibilidad de acudir a la playa cada semana y esta versión la encontramos principalmente en Logroño, donde hay toda una red de viajes semanales desde junio hasta septiembre. La Asociación de Pensionistas y Jubilados de La Rioja (UDP La Rioja), la Asociación Riojana de Pensionistas y Jubilados de la ONCE, la Asociación de Personas Mayores del barrio de Yagüe, el Club de la Tercera Edad barrio San Antonio, el Club de la Tercera Edad ‘Poniente’ y la Asociación de Vecinos ‘Lobete’, la Asociación de Jubilados y Pensionistas ‘San José Obrero’ son algunas de las que organizan excursiones de este tipo. El precio ronda los 11-13 euros por persona y por norma general el tema de la comida recae por cuenta de cada uno: los hay que prefieren llevar bocadillo y los que acaban en restaurante. Al gusto.

Los lugares de destino se repiten entre las propias asociaciones pero, tal como cuentan los colectivos consultados por este diario, se intenta introducir novedades cada año. San Sebastián, Santander, Castro Urdiales, Laredo, Fuenterrabía, Zarautz, Noja o Biarritz son de las localidades más visitadas.

Más de 5.000 plazas al año

Por envergadura de la institución (más de 5.000 socios activos y unos 15.000 en cómputo total), los viajes de la Asociación de Pensionistas y Jubilados de La Rioja (UDP La Rioja) son los que a más gente atraen. «Solo en excursiones de día se mueven unos cien autobuses al año, entre mediados de junio y principios de septiembre, es decir, se ocupan más de 5.000 plazas», explica Pedro Luis Crespo, vocal de la entidad. En este caso todas las salidas son los miércoles y de media suelen llenarse siete autobuses. «En alguna época, hace unos años, llegamos a llevar trece autobuses una vez», recuerda.

Además, la UDP La Rioja ofrece circuitos culturales (de varios días) por toda España, Europa y Marruecos, y estancias de dos semanas en Benidorm. Si bien, Crespo quiere dejar claro un detalle: «No somos una agencia de viajes, estas actividades son exclusivamente para los socios. Tan solo en el caso de las excursiones se permite que vayan los nietos».

También entre semana, pero los jueves, el Club de la Tercera Edad del barrio de San Antonio prepara salidas a la playa. «Tenemos previstas once excursiones, pero en nuestro caso es una asociación pequeña y solo llevamos un autobús, además este año está más flojo», explica su presidente, Ricardo Gracia. Ellos coinciden en día y bastantes veces en destino con los del barrio de Yagüe. «Por ejemplo, el otro día, en Somo estábamos a la vez, además así los conductores de los autobuses se pueden reunir y no se aburren», apunta Gracia.

Una de las asociaciones de vecinos que realiza estos viajes es la de Lobete. «El domingo es el día elegido para las salidas; llevamos un autobús y al final movemos a unas 1.500 personas desde junio a septiembre», señala su presidente, Carlos Martínez. En su caso puede apuntarse cualquiera, socios o no socios, el perfil es muy variado. «Hay gente que va todos los domingos y estas son sus vacaciones», cuenta.

A la hora de enumerar anécdotas con los organizadores, una se repite con frecuencia: los sustos por problemas de salud de los viajeros. Y es que, dada la edad de muchos de los excursionistas, algunas veces surgen los achaques y es necesario solicitar asistencia, aunque en general se queda en un pequeño mal rato, si bien, también ha habido disgustos mayores. Sin embargo, teniendo en cuenta los miles de participantes, el balance sale positivo a todas luces. Todavía se está a tiempo de apuntarse.