Los mayores defensores del patrimonio

Conocer el monasterio de Santa Catalina de Montefaro es ahora posible a través de las visitas guiadas que organiza la Asociación de Amigos del Monasterio. Los guías son personas altruistas, todos ellos mayores, y pertenecientes al voluntariado cultural del programa Ceate –Confederación Española de Aulas de Tercera Edad–.
Las visitas tendrán continuidad todos los domingos, a las 12.30 horas, durante lo que resta del mes de agosto y todo septiembre. No es preciso inscripción previa y son gratuitas. El éxito de la primera, en la que han tomado parte más de 30 personas, muchas de ellas también del colectivo de mayores, ha animado a la entidad, que ve las posibilidades que tiene este monasterio, del que reivindican que se conserve y mantenga en buen estado. Así lo explicó ayer la presidenta de la asociación, Celsa Formoso, que se mostró muy contenta del éxito de la esta iniciativa en su primer día de celebración.
Fueron dos guías los encargados de recorrer con los visitantes las entrañas del monasterio, que fue utilizado posteriormente como cuartel de artillería
Para contar la historia y explicar cada una de las estancias del cenobio, los guías voluntarios se han basado especialmente en dos obras, “El convento de Santa Catalina de Montefaro”, de Aracil y Burgoa y “Santa Catalina de Montefaro, no espazo e no tempo”, del historiador Juan Carneiro. También la propia revista que edita la asociación, “Claustro”, contienen interesantes datos que han empleado los guías para su formación.
No se trata, como explica Celsa Formoso, de profesionales, sino de voluntarios que buscan ayudar en eventos y mantenerse activos. Eso sí, también reivindicar, como en este caso, los valores del monasterio.
Un paseo por la sala capitular, el claustro, los frescos renancentistas, el retablo barroco de la iglesia –obra de José Ferreiro– o la biblioteca –cuyo contenido fue a parar al Archivo del Reino de Galicia– dan cuenta de lo que en su día fue este cenobio, que pasó a manos militares, tras haber ido perdiendo su papel con la desamortización eclesiástica. El contenido más destacado, de hecho, como se explica en la visita, se encuentra en el Museo Arqueológico de A Coruña.