Respira

Respira es un programa de descanso, formación e integración, para mujeres mayores en situación de vulnerabilidad, que pretende romper con la soledad y el aislamiento a través de la creación de grupos de relación interconectados.

El proyecto se articula en diferentes etapas:

1º Formación de los voluntarios.

2º Selección de las participantes.

3º Jornada de encuentro y trabajo en el Centro Nacional de Educación Ambiental, dentro de la Reserva de la Biosfera de Valsaín.

4º Actuaciones de seguimiento y cohesión con los grupos.
Formación de los guías voluntarios
Los profesionales del Centro Nacional de Educación Ambiental de Valsaín, imparten un curso formativo a voluntarios de las asociaciones de mayores colaboradoras, con el fin de capacitar a estos de cara a ejercer de guías de los grupos de relación en las visitas al bosque.

La selección de las participantes
La selección de las participantes se realiza en colaboración con los servicios sociales de base de los ayuntamientos de Madrid, Valladolid, y Ávila, así como con las asociaciones de mayores de las ciudades y localidades participantes.

Jornada de encuentro y trabajo
La jornada de esparcimiento y trabajo en Valsaín se estructura de la siguiente manera:

1. Traslado en autobús acompañando a las beneficiarias y a los guías voluntarios a la Reserva de la Biosfera de San Ildefonso, Segovia.

2. Recorrido adaptado y guiado por el bosque de Valsaín, a cargo de los voluntarios de las asociaciones de jubilados formados por los profesionales del Centro Nacional de Educación Ambiental, Ceneam.

3. Comida en grupo.

4. Jornada de dinámicas de grupo para cohesionar y establecer vínculos.

Trabajo y entrega de materiales informativos, sobre los recursos comunitarios disponibles para mejorar la integración social de las participantes, así como para ampliar sus círculos de relaciones personales.

5. Regreso a la localidad de origen.

Actuaciones periódicas de seguimiento a las participantes
A lo largo del año, y en colaboración con las asociaciones de personas mayores participantes, se programan iniciativas con las participantes en cada jornada, con el fin de mantener la relación y cohesionar el grupo.

Se plantea la atención de tres colectivos específicos: Mujeres mayores que viven situaciones de soledad no deseada; Mujeres mayores en riesgo o situación de pobreza; Mujeres mayores cuidadoras de familiares dependientes.

El programa proporciona un alivio a las personas que padecen alguna de estas situaciones, poniéndolas en relación con otras personas, en un entorno diferente, a través de una experiencia distinta, física y mentalmente saludable.

Ofrecemos a las participantes una ocasión de romper con la rutina diaria, tomar distancia de los problemas cotidianos y disfrutar de los beneficios que proporciona el contacto directo con un entorno natural de valor excepcional.

Creamos grupos de relación con personas en situaciones similares y que viven cerca unas de otras. El programa cuenta con el apoyo de los voluntarios, que participan en las actuaciones de cohesión previstas a lo largo del año.

Igualmente se ofrece a las beneficiarias información y documentación sobre los recursos y programas comunitarios disponibles en sus lugares de residencia, con el fin de que mejoren sus posibilidades de reintegración social, a la vez que amplían sus círculos de relación personal.

El programa cuenta con la colaboración de voluntarios de asociaciones de mayores, lo que facilitará la incorporación de los beneficiarios del programa a las actividades e iniciativas puestas en marcha por las asociaciones que aportan voluntarios.

De esta manera, se abre para las beneficiarias del programa un nuevo espacio de relación y participación, se crean grupos de personas residentes en ámbitos próximos, y se ofrece la posibilidad de tener encuentros habituales con estas personas, con la organización de actividades recreativas periódicas a las que serán invitadas las integrantes de los distintos grupos, a la vez que se fomenta el movimiento asociativo de personas mayores y la creación de redes de apoyo a mujeres mayores en situación de vulnerabilidad.

Quién

Unión Democrática de Pensionistas, UDP, es la primera confederación de asociaciones de personas mayores de España, con presencia también en ciudades de Europa e Hispanoamérica. Desde 1976 defiende los intereses de los mayores y realiza diversos programas de intervención social.

Su programa de voluntariado aporta compañía y apoyo a personas mayores, y moviliza anualmente a más de 11.000 personas entre usuarios y voluntarios en más de 130 localidades españolas.

UDP forma parte de las principales entidades y plataformas del Tercer Sector y está presente en los órganos de representación de personas mayores tanto a nivel nacional, ostentando la vicepresidenta del Consejo Estatal de Personas Mayores, como internacional, EURAGE.

En el programa participan la Asociación Provincial de Jubilados y Pensionistas de Ávila, la Asociación Provincial de Jubilados y Pensionistas de Madrid, y la Asociación Provincial de Jubilados y Pensionistas de Valladolid.

Las diferentes asociaciones aportarán al programa los voluntarios que serán formados como guías, sirviendo de apoyo, además, a los grupos formados en sus localidades de influencia.

El CENEAM es un centro de referencia en educación ambiental, dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que lleva desde 1987 trabajando para promover la responsabilidad de los ciudadanos y ciudadanas en relación con el medio ambiente. Se constituye como un centro de recursos al servicio y en apoyo de todos aquellos colectivos que desarrollan programas de educación ambiental.

El CENEAM diseña y aporta el personal para los cursos de capacitación a los voluntarios para que puedan dirigir los paseos guiados por el bosque de Valsaín, a la vez que proporciona los espacios adecuados para la realización de las jornadas de respiro y socialización.

Esto es Vida, Iniciativas Sociales idea, desarrolla y gestiona proyectos de iniciativa social dirigidos a personas mayores. Trabaja desde hace diez años con las entidades no lucrativas y otras entidades del tercer sector que intervienen socialmente en la mejora de las condiciones de vida de las personas mayores.

Esto es Vida, dirige, gestiona y coordina el proyecto, sirviendo de enlace entre las entidades participantes. Se encarga de los acuerdos con los servicios sociales de base para la selección de las beneficiarias. Igualmente, se hará cargo de las relaciones con los grupos de voluntarios en las distintas ciudades y de la organización de las jornadas de respiro y socialización en Valsaín. También organiza las actividades periódicas con los grupos creados durante las jornadas de respiro y socialización, y se encargará de los cuestionarios previos y posteriores a la jornada para testar el cumplimiento de los objetivos planteados, y la evaluación del proyecto.

Para quién

El proyecto contempla la participación de mujeres mayores que se encuentren en alguna de estas circunstancias:

Mujeres mayores que viven situaciones de soledad no deseada.

En España había 4.584.200 hogares unipersonales en 2015. De esta cifra, 1.859.800 (un 40,6%) correspondían a personas de 65 o más años que vivían solas. Y, de ellas, un 72,9% estaban formados por mujeres (1.356.300 hogares). Encuesta Continua de Hogares INE 2016).

Muchas de estas personas son mujeres viudas de edad avanzada que han perdido sus vínculos sociales y viven una soledad no deseada. Para la OMS la soledad no deseada en uno de los mayores riesgos para el deterioro de la salud, y un factor determinante que favorece la entrada de estas personas en situaciones de dependencia.

Mujeres mayores en riesgo o situación de pobreza.

La crisis económica ha forzado a muchos mayores a ayudar económicamente a sus hijos, especialmente en las clases menos favorecidas y con menos recursos económicos.

Mujeres mayores con pensiones muy bajas se ven obligadas a recortar todo tipo de actividades lúdicas y de ocio, y en muchas ocasiones estas personas no pueden salir prácticamente de sus casas, favoreciendo la aparición de estados depresivos y facilitando la entrada de estas personas en situaciones de dependencia.

Mujeres mayores cuidadoras de familiares dependientes.

Por último, gran parte de los cuidadores no profesionales de familiares dependientes son mujeres mayores de 50 años, sin conocimientos médicos ni psicológicos, y con una gran necesidad de programas de respiro, que les permitan aliviar el estrés producido en su labor diaria en el cuidado de sus familiares dependientes, así como aprender técnicas de tratamiento de conflictos con el enfermo, y de autocuidados.

Por qué con mujeres

El proyecto Respira trata de dar una respuesta de género a tres problemas detectados en la población mayor femenina: la soledad; el estrés y la depresión asociados a los cuidados de larga duración de familiares dependientes; y el aislamiento y marginalidad que sobrevienen a menudo en los estados de pobreza. Estos problemas suelen llevar aparejadas una serie de consecuencias negativas que, sumadas a otros factores, pueden derivar en dolencias, enfermedades, depresión, y en ocasiones, en una mayor propensión a la aparición de situaciones de dependencia.

El grupo de población que sufre estos problemas con más incidencia son las mujeres mayores, pues en las edades avanzadas es frecuente la confluencia de una serie de factores como la jubilación, la viudedad, la pérdida de relaciones sociales y recursos económicos, el cuidado de familiares dependientes, que conllevan situaciones de aislamiento.

Según el último estudio del CSIC “Un perfil de las personas mayores en España 2015”, más del 28% de las mujeres mayores de 65 años viven solas. Una proporción mayor que en cualquier otro grupo de edad y creciente con los años hasta alcanzar niveles superiores al 35% entre los 85 y los 89 años. La soledad es, además, una realidad muy feminizada en los grupos de más edad, pues casi el 73% de las personas mayores que viven solas, son mujeres.

La población española se muestra significativamente preocupada y claramente partidaria de que el Estado proteja a las personas mayores que viven solas. En el Barómetro de mayo de 2009, realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas, más de la mitad de los ciudadanos encuestados indicaron que las personas mayores que viven solas son el colectivo que debería estar mejor protegido. El 41,3% de los encuestados también expresaron que, de las situaciones que afectan a las personas mayores, el apoyo a los que viven solos, es la que necesita de una atención más urgente (CIS, Estudio 2.801 Barómetro de mayo de 2009).

En el documento presentado por el presidente del Gobierno Mariano Rajoy el 1º de octubre de 2015 “Marco de Actuación para las Personas Mayores”, con motivo del Día Internacional de las personas mayores, realizado con la colaboración de expertos y personas mayores participantes de las organizaciones del movimiento asociativo, se recojen una serie de propuestas para actuar en este sentido.

En relación a la perspectiva de género se señala: “Es necesaria la adopción de un enfoque en todas las políticas públicas que tenga en cuenta las relaciones de género en la vejez y muestre la heterogeneidad del proceso de envejecimiento entre mujeres y hombres, a fin de romper definitivamente con el modelo patriarcal y unívoco que no ha hecho visible el de las mujeres mayores”.

“Se impulsarán medidas orientadas a la elaboración de programas de información, comunicación preventiva y alerta, destinados a las personas mayores, así como a la implantación de planes de autoprotección”.

“Se impulsarán redes de apoyo y programas de acompañamiento para mujeres en situación de soledad no deseada”.

“Es preciso proporcionar apoyo y formación profesionales a los cuidadores no profesionales; garantizar cuidados temporales y protección social adecuada para evitar la exclusión social de los cuidadores”.

“Es necesario establecer programas de cuidar al cuidador, así como la autoayuda y grupos de ayuda mutua, en especial para los cuidadores no profesionales”.

La puesta en marcha del programa “Respira” ofrece respuestas a los problemas detectados en este ámbito.

Proporciona un espacio de esparcimiento y relación con otras personas a mujeres mayores que viven situaciones de soledad.

Supone un respiro para las mujeres cuidadoras de familiares enfermos, que encontrarán un día de descanso en un ambiente natural y reconfortante.

Ofrece la posibilidad de salir de su entorno y romper con la rutina haciendo algo distinto a mujeres mayores en riesgo o situación de pobreza.

El proyecto proporciona a las beneficiarias información y contactos para que puedan encontrar los apoyos y recursos comunitarios destinados a atender situaciones de vulnerabilidad en sus localidades y entornos más próximos.

Por último, el programa pone en relación a las usuarias con voluntarios y miembros de las asociaciones de mayores, con lo que se abre una puerta a la participación en las iniciativas que llevan a cabo las asociaciones.

Cómo

Preselección
En una primera fase, en colaboración con los servicios sociales de base, se seleccionan a mujeres que cumplan con las características requeridas. Se establecerán grupos de un máximo de 25 mujeres, hasta completar el número de beneficiarias planteado en los objetivos.

Para evaluar los resultados del proyecto aplicaremos un sistema de test previos y posteriores a la jornada. Ello implica la realización de una medición al inicio –que servirá para validar los criterios de inclusión de los potenciales participantes– y otra medición tras la finalización del programa.

La evaluación pretest-postest permite conocer la evolución experimentada por los participantes en el proyecto desde su incorporación al mismo. De esta manera, comprobaremos cuál es la incidencia de la intervención en la mejora de la calidad de vida, en la reducción de los niveles de soledad de los participantes y en su integración en el entorno comunitario.

En el diseño de evaluación, se han elaborado una serie de escalas, basadas a su vez en otras aplicaciones utilizadas en contextos similares, para medir niveles de soledad, autoestima, etcétera.

Las escalas pretenden conocer en qué medida el proyecto ha contribuido a mejorar las dimensiones especificadas anteriormente (soledad, satisfacción con la vida, autonomía personal, apoyo de redes sociales informales y uso de los recursos comunitarios).

Formación de los guías voluntarios
Los profesionales del Centro Nacional de Educación Ambiental de Valsaín, imparten un curso formativo a voluntarios de las asociaciones de mayores colaboradoras, con el fin de capacitar a éstos de cara a ejercer de guías de los grupos de relación en las visitas al bosque.

Encuentro de presentación
Una vez realizada la selección, se realiza un encuentro previo en el que participan las beneficiarias, así como los voluntarios de las asociaciones y los técnicos. El encuentro sirve de presentación de los participantes, y en él se explica el programa, los objetivos que se persiguen y cómo será la jornada de formación y respiro en detalle. También se realiza el primer test a las participantes.

En este encuentro se cierran definitivamente el número de participantes y la fecha de la jornada de respiro en el Ceneam de Valsaín.

La jornada
El día acordado para la realización de la jornada se recoge a los participantes en un punto previamente decidido. El viaje se realizará en autobús y las beneficiarias estarán acompañadas por los técnicos del programa así como por los voluntarios de las asociaciones de mayores colaboradoras.

El grupo es recibido en el Centro Nacional de Educación Ambiental de Valsaín, donde el guía voluntario explicará el recorrido a realizar. El paseo por el bosque está especialmente diseñado para que lo puedan realizar sin dificultad personas con movilidad reducida. No obstante, se habilita un especio donde aquellas personas que prefieran no hacer el recorrido, puedan esperar al grupo acompañados por alguien de la organización.

Tras el recorrido guiado se realiza la comida en grupo.

Por la tarde, en las instalaciones del Ceneam, se desarrolla la jornada de formación y socialización.

Esta jornada incluye diferentes juegos participativos y mecánicas de grupo con las mujeres y voluntarios participantes, con el objetivo de crear vínculos y cohesionar al grupo.

Después se informa sobre los recursos comunitarios a disposición de los mayores en sus zonas de residencia y se les hace entrega de la documentación elaborada al respecto, con los contactos de las asociaciones de mayores, así como de otras asociaciones culturales, vecinales o de ocio en donde puedan participar y relacionarse con otras personas en sus entornos domiciliarios.

Una vez finalizada la jornada, el grupo vuelve al lugar de origen.

Periódicamente, se proponen actividades a realizar en las localidades de las usuarias que han participado en la jornada, como salidas al cine o al teatro, visitas a museos o lugares de interés, etcétera.

De cuatro a seis meses después de la realización de la jornada, se realiza de nuevo el test a las beneficiarias, para comprobar qué mejoras se han producido en su calidad de vida, y si la participación en el programa ha supuesto cambios en sus hábitos de comportamiento o una ampliación de sus círculos de relación con otras personas.

Dónde

El proyecto arranca en las ciudades de Madrid y su cinturón metropolitano, en Ávila y en Valladolid.

La distancia de estas ciudades y de sus localidades de influencia con los espacios de la Reserva de la Biosfera de San Ildefonso es de alrededor de 100 kilómetros. Un viaje cómodo de alrededor de una hora en todos los casos.
La naturaleza del proyecto hace favorable su puesta en marcha en distintas localidades, puesto que los problemas sobre los que se actúa están presentes tanto en ámbitos urbanos como en entornos rurales, donde el envejecimiento de la población y el despoblamiento de muchas zonas pueden hacer más intenso el problema de la soledad o aislamiento no deseado.

El bosque de Valsaín es un lugar idóneo para la realización del programa. En el país más envejecido del mundo, Japón, se practican los baños de bosque como práctica recomendada por las autoridades por sus beneficios para la salud. Cada año cerca de cinco millones de japoneses, afectados por el estrés, la hipertensión y la ansiedad, acuden a las sesiones de baños de bosque en alguno de los centros oficiales designados por la Agencia Forestal de Japón para su práctica.

Después de estar en un entorno natural, los sujetos mostraron una disminución de los siguientes parámetros fisiológicos: un 12,4% en el nivel de cortisol; un 7% en la actividad nerviosa simpática; un 1,4% en la presión arterial sistólica, y 5.8 % en la frecuencia cardíaca. Reforzándose además en un 55% la actividad del sistema nervioso parasimpático, lo que indica un estado más relajado del individuo. Esto demuestra que los estados de estrés pueden ser aliviados con la terapia de los bosques.

La investigadora británica Liz O’Brien, en su informe Árboles y parajes forestales. Servicio de salud natural, afirma que la calidad de vida que se deriva de frecuentar el bosque se traduce en bienestar físico, psicológico y social.

El aire de los bosques es beneficioso, ya que contiene grandes cantidades de iones negativos de oxígeno, que ayudan a estimular y armonizar los procesos vitales, la esfera psíquica y emocional. Las moléculas de oxígeno con exceso de carga negativa son llamadas también “vitaminas del aire” y en presencia de estos iones, el sistema inmune se refuerza, la circulación se activa y los procesos de recuperación son estimulados.

Durante las sesiones se apaga el móvil, y cualquier dispositivo tecnológico que se lleve. Se deja la cámara de fotos en el coche, con el fin de observar con detalle la variedad de colores, olores y sonidos que ofrecen los bosques.
El Ceneam

La colaboración del Centro Nacional para la Educación Ambiental, Ceneam, aporta al programa especialistas en educación ambiental e instalaciones ideales para la realización de las jornadas formativas.

Los profesionales en medio ambiente del Ceneam preparan a los voluntarios mayores en un curso especialmente diseñado para guiar a grupos de personas de edad avanzada, capacitándoles para la realización de las visitas.

Este curso abre una nueva puerta a aquellas personas jubiladas que buscan encontrar una actividad útil y provechosa, en beneficio de la sociedad, y que puede reportales gran satisfacción personal.

Las instalaciones del Ceneam incluyen salas preparadas para la realización de cursos y jornadas formativas, climatizadas y preparadas para acoger a grupos de diferente tamaño. Son instalaciones completamente accesibles y se han suprimido las barreras arquitectónica para el acceso a todas las salas y lugares comunes y de servicio.

Cuándo

Los meses más indicados para la realización de las distintas jornadas son de abril a octubre o noviembre, siempre en función de la meteorología. Los meses de primavera y otoño son temporadas ideales tanto por la mayor duración de los días en primavera como por la abundancia de caudales en los cursos de los ríos, así como la explosión de vida de las especies residentes. En otoño el bosque es un espectáculo cromático digno de ver.

A lo largo del año se organizarán diferentes iniciativas con los grupos participantes para mantener el contacto y la cohesión, a la vez que servirán como recursos de las usuarias en situación de soledad, para que puedan realizar actividades con otras personas que han conocido gracias al programa.
Por qué participar

Con la participación en un proyecto de esta naturaleza, las entidades colaboradoras demuestran su compromiso de mejorar las condiciones de vida de un colectivo especialmente vulnerable, el de las mujeres mayores es situación de soledad no deseada.

Las administraciones cumplen con las recomendaciones de todos los organismos nacionales e internacionales en materia de promoción del envejecimiento activo y prevención de la dependencia.

Las organizaciones de mayores son protagonistas de un proyecto social, que ofrece a sus asociados una oportunidad de ejercer el voluntariado y contribuir socialmente, ejerciendo como guías de naturaleza para los grupos de mujeres mayores en situación de vulnerabilidad. A su vez consiguen ampliar el número de personas interesadas en participar en las actividades que desarrollan.

El Ceneam amplía sus actividades de formación a nuevos grupos de población, como son el colectivo de jubilados, y favorece el desarrollo y la promoción de la zona como destino de turismo de naturaleza y social.

Las empresas y entidades financiadoras mejoran su imagen de marca contribuyendo a paliar uno de los problemas más importantes con los que se enfrenta nuestra sociedad, como es la soledad no deseada de las personas mayores.

Pero lo más importante es que, con su participación en el proyecto, se está contribuyendo a romper con los muros que la soledad levanta diariamente alrededor de miles de mujeres. Gracias a su colaboración, podemos crear una red que nos permite hacer un seguimiento más eficaz de estas personas, y ofrecerles nuevas oportunidades de integración social y de crecimiento personal, alejando en lo posible la entrada en estados de dependencia y fomentando un envejecimiento activo y saludable.

Colaboradores

En la realización del programa participan las asociaciones provinciales de UDP de Madrid, Valladolid y Ávila. El la formación de voluntarios ambientales colabora el Centro Nacional de Educación Ambiental, CENEAM, de Valsaín

También colabora el área de servicios sociales de las diputaciones de Ávila y Valladolid, así como el Servicio regional de Bienestar Social de la Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, y la concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Tudela de Duero, Valladolid.

Patrocinadores

Este programa se desarrolla gracias al patrocinio de:

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