Autores y escritores de renombre se han visto sorprendidos en los últimos meses con cartas de la Seguridad Social que les instaban a devolver sus pensiones cobradas a la vez que cobraran derechos de autor. Según el Ministerio de Empleo es incompatible cobrar el 100% de la pensión e ingresar por una actividad que supera el salario mínimo interprofesional, 9.000 euros.
La polémica suscitada abre el debate sobre la compatibilidad de cobrar una pensión y realizar, a la vez, trabajos remunerados. E incluso entre ministerios del mismo Gobierno existen discrepancias. Hacienda ve con buenos ojos que se trabaje durante la jubilación, pues supone generar ingresos vía impuestos. La Seguridad Social lo impide, aunque los argumentos que sostiene no son muy sólidos.
En el caso de los creadores hay absurdos como que los herederos sí pueden beneficiarse de derechos generados por las creaciones de sus antepasados y, al tiempo, cobrar el 100% de su jubilación. En vida, los creadores sólo podrán disfrutar de sus derechos cuando estén en activo. Pero cuando se jubilan, no. E incluso no pueden recibir premios por una novela, porque en ese caso deberá decantarse por su pensión o el premio.
“La Seguridad Social exige que demuestres que los ingresos de derechos de autor no se generan a partir de tu actividad habitual. Si no puedes demostrar que has dedicado toda tu vida a otra cosa eres culpable”, explica Carlos Muñoz, asesor jurídico de la Asociación Colegial de Escritores.
Los poetas Antonio Gamoneda y José Manuel Caballero Bonald, escritores como Javier Reverte o Eduardo Mendoza también han sufrido la reclamación y han tenido que pagar la multa. Las entidades de gestión de derechos de autor como VEGAP y SGAE denuncian más casos similares entre sus asociados. “Los derechos de autor son rentas de otra naturaleza diferente a la laboral según Hacienda. No tiene sentido que al dejar de trabajar en los oficios que estos autores hayan mantenido -profesores universitarios, periodistas, funcionarios- pasen a considerarse de naturaleza laboral. Hay muchos casos que dejan de cobrar los premios y los derechos de autor para no perder las pensiones. Esto es una triste demostración de desafección por nuestros creadores”, cuenta Javier Gutiérrez, director general de la VEGAP.
El escritor Manuel Rico, presidente de la Asociación Colegial de Escritores, cuenta que hay varios casos de reclamación de la cantidad total de la pensión generada en cuatro años. “En Hacienda nos dijeron que los libros anteriores a la jubilación no deberían computar, pero la verdad es que Empleo están computándolos. Parece mentira, pero, por ejemplo, si un escritor tiene pisos en alquiler podrá recibir los ingresos de estos sin renunciar a su pensión íntegra. Con otro tipo de inversiones tampoco tendrá problemas”, explica Rico.
El sector cultural apunta serias consecuencias de esta medida que no discrimina entre la naturaleza laboral de los derechos de autor: un daño «de proporciones incalculables al desarrollo intelectual de nuestro país impidiendo que nuestros autores puedan seguir aportando en una etapa de su vida en la que el grado de madurez, experiencia y sabiduría puede ser volcado en mejorar una sociedad cada vez más necesitada de peso intelectual».
Desde 1998 la pensión y los derechos de autor eran compatibles. Pero desde hace dos años el Gobierno decretó la incompatibilidad. Si lo declarado por derechos de autor es mayor que los 9.000 euros eres un defraudador. La Seguridad Social quiere ahorrar y no hace distinciones, a pesar de que Hacienda sí. Las asociaciones se han reunido y presentado un manifiesto el pasado noviembre contra la medida, encabezados por Juan Goytisolo, Forges y José Mercé.
“En Europa es totalmente compatible la realización de trabajos intelectuales con una pensión al 100%”, cuenta Carlos Muñoz. “La mayoría de los acusados cotizaron por sus oficios, no son cotizantes como escritores. El 90% de nuestros asociados no gana más de 20.000 euros en derechos de autor”. Y avisa a los escritores mayores de 65 años: si ganas el Premio Planeta (600.000 euros) ya puedes renunciar a tu pensión.