El gerontólogo Víctor López García, habla en este nuevo artículo sobre los beneficios de los viajes en la salud de las personas mayores y nos aporta algunas recomendaciones básicas para que las personas de mayor edad puedan disfrutar sin incidentes de realizar un viaje. Numerosas investigaciones han demostrado los efectos beneficiosos de los viajes ¿Te animas a descubrirlos?
El placer de viajar y los beneficios psicológicos y emocionales que reporta
Hay una abundante literatura científica sobre los efectos beneficiosos de los viajes.
El viajar supone conocer, explorar nuevos lugares, nuevas gentes, nuevas culturas…y, sumergirnos en ellos y estimular nuestras mentes y nuestra imaginación.
La fiebre de los viajes ha ido en aumento en estas últimas décadas, y los viajes se han vuelto mucho más accesibles para todas las personas y edades, incluyendo a las personas que disponen de poco dinero.
Algunas personas refieren que un viaje que hicieron les ha cambiado la vida.
En este sentido, muchos viajes nos hacen ver y cambiar nuestros esquemas mentales negativos, etc. Y, nos hacen ver más allá, y ver posibilidades que nunca hubiéramos contemplado. Una persona de pueblo, del interior, por ejemplo, siente un deseo especial de ver el mar.
Cuando viajamos estamos sobre todo pendientes del presente, del ahora y, ello, nos libera de muchas ataduras y fijaciones del pasado.
Siete efectos positivos que produce viajar
Según han observado los psicólogos, los sociólogos y los expertos en animación sociocultural, los viajes -en términos generales- producen los siguientes efectos positivos:
- Reduce el estrés y la ansiedad, salvo esa emoción sana y apacible que conlleva el viajar a realizar – por las expectativas que encierra- dependiendo del tipo de viaje, de mayor o menor riesgo, de mayor o menor incomodidad…
- Aumenta nuestras habilidades sociales y comunicativas por el trato con nueva gente, compañeros de viaje, etc.
- Potencia la capacidad propia para resolver problemas y salirnos de nuestro confort. Durante el viaje se presentarán incidencias y contrariedades que tendremos que resolver.
- Abre la mente y amplia los horizontes, fomentando el sentimiento de sentirnos ciudadanos del mundo y no solo, de mi pueblo o de mi nación.
- Viajar es la mejor manera de derribar estereotipos y prejuicios sociales, tan abundantes sobre la vejez. Cuando conocemos nuevas culturas y hablamos con nuevas gentes nos damos cuenta que parte de nuestros pensamientos y costumbres estaban equivocados.
- El viajar nos hace descubrir nuevas cosas sobre nosotros mismos y sobre nuestro entorno habitual. Nos hace ver una nueva perspectiva sobre quiénes somos y qué queremos en la vida, al contrastar nuestras propias vidas con las de otros pueblos y otras gentes. A veces nos damos cuenta que nos quejamos demasiado o indebidamente porque otros pueblos más pobres que nosotros, con menos recursos y más dificultades, viven más alegres y felices.
- Durante los viajes- si salen bien- nos podemos sentir más alegres y felices por entrar en un tiempo dedicado para nosotros mismos, lleno de nuevas experiencias y vivencias agradables. Nos apartamos de la vida rutinaria que a veces conlleva muchos fastidios, tedios y malestar.
Viajar para combatir la rutina, la monotonía de la vida diaria, la soledad y el aislamiento social
En las personas mayores se dan unas condiciones muy especiales para viajar, pues, a partir de la jubilación disponen de mucho más tiempo libre.
Hay una multitud de ofertas de viajes para las personas mayores como los viajes del Imserso, cruceros (muy recomendables en las personas mayores por las condiciones de confort y seguridad que se dan en los trasatlánticos), idas a balnearios y centros termales, recorrer rutas culturales, turismo rural, ecoturismo, cicloturismo, etc.
Las personas mayores con los viajes combaten la rutina, la monotonía de la vida diaria, la soledad y el aislamiento social.
Como señala de forma resumida el terapeuta ocupacional de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile, Jean Gajardo ” Viajar permite interactuar con otros ambientes físicos, sociales y culturales, lo que facilita la actualización de las personas. Esto supone un gran aporte para que las personas mayores mantengan su vinculación con el mundo exterior, lo que es una necesidad en nuestra sociedad actual, que tiende a aislar a este colectivo de personas, y, a limitar su participación”
En otros casos son las propias personas mayores las que se aíslan de sus semejantes, por motivos psicológicos, complejos de la vejez, depresión…y, en esos casos, también les viene muy bien viajar.
Además de estos beneficios psicológicos y emocionales los viajes nos aportan el placer de comer (nueva gastronomía) y degustar nuevos platos y vinos, patear las calles de las ciudades visitadas, ver los monumentos histórico-artísticos, visitar castillos, ver museos, la tipología de las casas y sus fachadas, ver bellos jardines, ver majestuosos puentes y caudalosos ríos, observar las características raciales de las gentes que pasan por las calles y cómo visten.
En los alrededores de las ciudades ver bellos paisajes marítimos o de montaña… Es decir, nos sentimos espectadores agraciados y agradecidos de un escenario interesantísimo y completamente novedoso.
¿Qué tenemos que tener en cuenta a la hora de viajar?
El gran placer de viajar, no obstante, en algunos casos, presenta algunos inconvenientes:
En algunas personas mayores o muy mayores el viajar ha de contemplarse con prudencia, por las limitaciones que estas personas tienen y por sus problemas de salud.
A su vez, hay que saber si en los lugares de destino se disponen de los recursos sanitarios y sociales apropiados.
Por eso, este tipo de personas conviene que hagan sus viajes acompañadas de sus familiares o en grupo (viajes organizados).
En los casos delicados o dudosos hay que contar con el consentimiento de un médico.
Sobre el Autor
Víctor López García
Médico Gerontólogo y Vicepresidente de UDP Madrid. Autor del libro “Longevidad extrema: un desafío existencial”, una guía humanista e integrativa muy completa para que las personas mayores (que alcanzan unas edades muy avanzadas) puedan seguir disfrutando de la vida en todo loles ofrece: amistad, familia, cultura, paseos, arte, viajes…
Apoyo bibliográfico: Los 11 beneficios psicológicos de viajar de Xavier Molina