«Las mujeres no somos ciudadanas de segunda»

Carmen Couto Boullosa, presidenta de la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en la RFA Alemania, hace un análisis sobre los derechos de la mujeres, como trabajadoras, como extranjetas y emigrantes.
Día internacional de la mujer trabajadora 2018

Carmen Couto reflexiona en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, sobre el movimiento para los derechos de la mujer a lo largo de la historia y el mundo del asociacionismo.

 

 

 

Sobre la autora:

Carmen Couto Boullosa
Presidenta Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en la RFA Alemania

El día 8 de Marzo es la ocasión de recordar la lucha heroica de las 129 mujeres de la fábrica COTTON en 1908. Y es también una fecha ideal para cada año reflexionar, opinar, y medir como avanza paso a paso la liberación de la mujer.

Clara Zetkin fue la mujer que dio fecha del 8 de Marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora en recuerdo de estas víctimas. Han transcurrido ya muchos años y el recuerdo ha sido la piedra de toque para los hombres y mujeres que siguen defendiendo la libertad y sus derechos, por poner nombres: Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo, Layde Godiva, Luisa Michel, Agustina de Aragón y Mariana Pineda y un largo etc. son nombres de mujeres que no se pueden silenciar.

Pero todas ellas fueron ajusticiadas tras los hechos que habían protagonizado para que reconocieran los derechos de la mujer. Las mujeres sabemos dar ejemplo de abnegación en todos los momentos difíciles y de crisis.

El problema de la mujer en el contexto internacional es el poder insertarse en todos los ámbitos sociales, sea en el país que sea, y proceda de donde proceda, teniendo los mismos derechos y no ser ciudadanas de segunda. Cualquier análisis comparativo social de las mujeres debe empezar reconociendo el cambio espectacular que se ha producido durante los últimos decenios.

Se ha dicho que la revolución de las mujeres constituye uno de los fenómenos del Siglo XX. La tarea no está cumplida, existen aún discriminaciones fácilmente visibles, amenazas de retroceso constante, una cierta indiferencia juvenil, o para ser más exactos, una falta de reconocimiento más específico de todo lo hasta ahora conseguido.

La emancipación de la mujer ha puesto de manifiesto que la igualdad profesional y política no prospera si persiste la desigualdad privada, los cargos de mayor responsabilidad política y empresarial continúan estando masivamente en mano de los hombres.

¿Es legítima una democracia que excluye a la mitad de su ciudadanía?. La igualdad en el poder se considera un símbolo para el resto de igualdades, laboral y la privada, ya que la toma de decisiones en la política depende de las demás posibilidades de cambio social.

No simplemente cambiando conceptos y términos descriptivos en el vocabulario político se consigue la igualdad. Las mujeres emigrantes de la primera generación, son la generación que contribuyó en gran medida a sacar a sus padres y hermanos de una situación precaria. La segunda y tercera generación descendientes de estas mujeres son el ejemplo más claro de esa evolución, pero también son las grandes olvidadas en estos 60 años de emigración, y posiblemente las más perjudicadas.

La ponencia sobre la mujer, presentada en el Primer Congreso Democrático de Asociaciones de Trabajadores Españoles emigrantes en Europa, celebrado en Palma de Mallorca en el año 1982, es el reflejo y el ejemplo más claro de evolución y del coraje de la mujer emigrante española activa en el movimiento asociativo, sin olvidar que en esta época teníamos generalmente a nuestros compañeros, a las instituciones religiosas y a los partidos políticos en contra.

Como ejemplo de lo anteriormente expuesto, como mujeres, como trabajadoras, como extranjeras y como emigrantes. Todas estas mujeres se han sabido liberar de los valores de la España patriarcal de la que se salieron.

Todas las mujeres somos TRABAJADORAS